CORA / Gatica criolla / Trascendida
Bogotá / Colombia
Afortunadamente el uno de los veterinarios homeopáticos me recomendó hablar con la Sra. Maria Elena, ella me habló de la comunicación interespecies, para ser sincera dudé mucho pues desde la lógica y el pensamiento tradicional occidental (desde el que todos nosotros fuimos “educados”) no es posible entablar tal vinculo comunicativo con los animales, de hecho, se juzga la cordura de una persona que insinúe la capacidad de “hablar” con las mascotas, pero fue tal mi miedo de perder a mi niña que accedí con el corazón acongojado y la mente abierta.
Con un poco de escepticismo me aferré a la última opción que tenía y al presentarme con Maria Elena los temores se convirtieron en tranquilidad poco a poco, a lo largo de nuestra sesión me di cuenta que yo no era la que estaba haciendo hasta lo imposible para que Cora se recuperara, sino que ella era la que estaba ofreciendo su salud para que yo me retomara, en otras palabras, la ayuda era para mí, era necesario reconocer y entender todo lo que estaba sucediendo en mi vida y así tomar decisiones sin tener miedo para continuar o empezar.
Con la información dada por María Elena, me dirigí a la clínica homeopática, pues una de las situaciones que se había identificado era que Cora tenía un dolor en su estómago, el Dr. Henry dictaminó y procedió a recetar diferentes extractos, y en menos de una semana la niña comenzó a comer por su cuenta y a bañarse (nunca pensé que verla lamiéndose me causaría tanta alegría).
Fue una experiencia fuerte, incluso chocante, pues nunca esperas que la vida te tenga tantas lecciones a través del amor que te brinda un animal, nunca sabes ni cuándo ni cómo llega el momento para reconstruirte, para perdonarte y sobre todo para dejar que el universo (Dios, la Pachamama, Alá o lo que determine tus creencias) te llene de amor y tranquilidad.
Natalia Jabonero / Filóloga Clásica