LOLITA / Criolla

En febrero de 2017 llegó a nuestras vidas la veterinaria Claudia Rozo, cuando yo ya había comenzado a hacer el trabajo de abrir y reconectar con mi propia energía con María Elena. Y también estaba en la ruta de dejar de intelectualizar que era eso de una vida espiritual y retomé mi compromiso serio y entrega al Yoga Satyananda como camino. La dermatitis de Lolita llegó a su crisis máxima en ese año y resultó que el tratamiento había sido erróneo para el hipertiroidismo, lo cual causó una enfermedad llamada Cushing. Con todo este grupo de profesionales logramos desintoxicar a Lolita durante todo 2017, y con homeopatía y dieta especial mejoró y no ha vuelto a tener problemas dermatológicos. Además le volvió a salir todo su pelo!!!

No obstante, tanto remedio sin sentido tuvo consecuencias, y además de Cushing tiene un desarrollo de pancreatitis, aunque sin problemas de glicemia. Hemos sido muy cuidadosas en el manejo nutricional de ambas condiciones médicas. Además del tratamiento alopático convencional, hemos llevado a cabo y hemos mantenido terapias con productos Heel. Otra consecuencia secundaria es la sensibilidad digestiva, con diarrea ocasional, lo cual pues es parte de nuestras vidas!

En toda esta travesía quiero subrayar que lo más increíble es que ella me enseñó el camino para ser hoy una persona feliz y en paz. La abundancia es enorme en mi vida. Vivo con la certeza de todo como está es como debe ser.

Lolita y yo seguimos juntas, y le agradezco a Dios por haberme permitido gozar de su compañía y su sabiduría. Todas mis dudas han sido resueltas al retomar mi trabajo y vida espiritual, mediante el yoga como estilo de vida. Vivo en Dios. Vivo para Dios y le ofrezco mis manos y mi corazón. Lolita es un ángel y María Elena es lo máximo, un ser igualmente angelical que siempre con su generosidad y herramientas nos conecta y ayuda a fluir desde el amor.

Pero no cualquier amor: desde el amor incondicional.